El Perdón

Una de las mejores bromas de Dios sobre nosotros fue darnos el poder de recordar el

pasado y no nos dejó ningún poder para deshacerlo. Nos daría algo de consuelo, si tan solo

pudiéramos olvidar un dolor del pasado que no podemos cambiar. Pero nuestra incapacidad

para olvidar es una cruz que llevamos, infligida por personas quienes nos hicieron un mal. Si

pudiéramos elegir olvidar los momentos más crueles, a medida que pasa el tiempo, pudiéramos

liberarnos de este dolor.

Pero el mal, el dolor, se clava como una espina en nuestra memoria. La única manera

de eliminar esto es con el procedimiento quirúrgico llamado perdón. No es como si perdonar

fuera el remedio de elección entre otras opciones. El perdón es el único remedio.

A veces, en lugar de tratar de perdonar, optamos por beber el veneno de la ira y el

resentimiento. Podemos justificar nuestros sentimientos defendiendo nuestro derecho a la

justicia, o por miedo a mostrar debilidad, pero debajo de todo está nuestro orgullo.

Dos cosas que debes saber sobre el perdón. El perdón es un proceso que lleva tiempo.

Puede tardar años en perdonar a alguien que nos ha herido profundamente. Segundo, el

perdón es una gracia por la que necesitamos orar. Necesitamos pedir la ayuda de Dios para

perdonar.

Fr. Tony Rauschuber, S.J.

Adaptado de El Arte de Perdonar (The Art of Forgiveness)