La Paz te dejo
La Paz te dejo
Padre Joe Tetlow, SJ
Jesús dijo: La paz os dejo. Mi paz os doy. Podríamos preguntarnos: ¿Cómo sé que he aceptado Su paz? Aquí hay algunas medidas para empezar.
Primero, estoy en paz cuando vivo con la conciencia tranquila y todo el corazón. No he robado mucho ni he dicho una gran mentira ni he destruido la reputación de nadie. Estoy orando como puedo y haciendo lo que debo hacer. Es como si mi médico me dijera después de tomar una muestra de sangre que estoy bien. Entonces, soy un violín y mis cuerdas están bien afinadas y emito un sonido bastante bueno.
Luego, la segunda señal de que vivo en la paz de Jesús es el consuelo de que estoy viviendo como Dios quiere que viva. En las cosas importantes: creer en Jesucristo, amar a los que Dios me ha dado, hacer un trabajo honesto, tender la mano para ayudar. Estoy haciendo las cosas bien. Sé ir al bautizo de una sobrina con la ropa adecuada y con el regalo adecuado para el bebé. La paz de Jesús significa que estoy bien y que me va bien. Las cuerdas de mi violín están afinadas correctamente y sé que estoy tocando bien la música.
Y finalmente, lo más importante es que no se trata solo de mí, sino de nosotros. La paz de Jesús significa que siento que estoy en armonía con Dios y los santos. Nuestro Creador deja señales de que Él es nuestro Creador, como Mozart deja señales de que este es su minué y de nadie más. Bueno, Dios es Tres Personas, y ellas viven en armonía y la armonía en mí es la señal de que soy su obra. Esa es una gran señal: vivo con armonía en mi corazón y en mi vida, en la medida en que puedo hacer que suceda. Es como si fuera un violín en una orquesta, y cuando todos los instrumentos tocan bien su parte y todos llevamos el compás, entonces la música es una poderosa armonía.
Por supuesto, la vida continúa: el resto de mi orquesta podría tener algunos errores. Si tengo armonía en mi corazón, puedo identificar esos errores, reconocerlos mal, no juzgar a nadie y mantener mis cuerdas afinadas y mi sonido armonioso.
Entonces sé que he aceptado Mi paz que os doy. Así es como Él vivía: cuerdas afinadas, partitura obedecida y manejando algunos errores bastante horribles. La Paz os dejo.